No supiste cuidar tu Rosal
Creiste que solo necesitaba
abono para crecer
y se te olvido nutrirla de amor
De tiempo y cuidados.
Hoy te quejas
Que sus hojas estan marchitas
Cuándo sufrió la inclemencia
Despiadada del sol de tus palabras
De la ausencia del suficiente afecto
Que nutriera sus raices ,
Fue embestida una y otra vez
En la interperie de la soledad
Al no tener suficiente abrigo
Hoy te quejas de su fragilidad
Y de sus penas
Que no maravilla su esplendor
Se te olvida
Que tú la cultivaste
Y que tu cosecha será
El fruto de tu desganado esfuerzo.